El cannabis medicinal en primera persona

Enfermos españoles reclaman la legalización del cannabis para evitar el mercado negro

La ciudad de Valencia acogió las primeras jornadas “Cannabis desde un enfoque integral”, organizadas por Fòrum Cannàbic Valencià, el Observatorio Europeo del Consumo y Cultivo de Cannabis y la Universitat de València. Como empresa valenciana del sector cannábico, desde Buddha Seeds no quisimos perdernos este evento, que aglutinó las ponencias de expertos de diferentes ámbitos: legal, científico, médico, político, activismo y asociacionismo, junto testimonios de enfermos que usan el cannabis con fines medicinales.

Estas jornadas se celebraron con el objetivo de seguir debatiendo sobre la necesidad de regular el consumo de cannabis en España, especialmente tras la PNL (Proposición No de Ley)  impulsada por el Fòrum Cannàbic Valencià y aprobada el pasado mes de junio en las Corts Valencianes. Los consumidores y cannabicultores quieren de una vez por todas romper tabús y falsos mitos para deshacerse de ese estigma que la sociedad les ha impuesto como “porretas” y “delincuentes”. Para ellos, la legalización del cannabis es una cuestión de derechos fundamentales, de seguridad, libertad y derecho a una sanidad que, en el caso de pacientes de cannabis medicinal, no está cubierta por la Seguridad Social. Los únicos medicamentos derivados del cannabis disponibles en las farmacias son el Sativex (indicado para esclerosis múltiple) y Epidiolex (indicado para la epilepsia).

Las jornadas aglutinaron ponencias de diferentes ámbitos: médico, jurídico, asociacionismo, científico, activismo, etc.

Argumentos para la legalización de cannabis en España

De esta manera, Esther Sánchez, abogada del Observatorio Europeo del Cultivo y Consumo de Cannabis (OECCC), criticó la falta de seguridad jurídica. “No se amparan los derechos de consumidores de cannabis y derivan en juicio penal por autocultivo”, aseguró. De ello dio testimonio José Afuera, activista de CON-FAC (Confederación de Asociaciones Cannábicas) quien tiene un juicio pendiente por tenencia ilegal de marihuana por el que se le pide una pena de 5 años de prisión y una multa de 130.000 euros. “Nos sentimos desprotegidos. Desde CON-FAC proponemos una regulación basada en el autocultivo personal y que el mercado sea lícito, controlado por los propios usuarios y el Estado, que genere empleo de calidad”, declaró Afuera.

En la misma situación se encuentra Fernanda de la Figuera, una de las primeras activistas cannábicas en nuestro país y presidenta de ARSECA (Asociación Ramón Santos de Estudios sobre el Cannabis de Andalucía) quien se enfrentará el próximo 25 de abril en Málaga a un juicio por asociación ilícita y tenencia ilícita de marihuana, pese a tener la primera absolución en España en 1995. Fernanda fue contundente en su mensaje: “todos debemos ser activistas y aprender a cultivar lo suyo; hay que cambiar la ley para proteger nuestros derechos porque el cannabis es salud”.

Para el exmagistrado de la Sala de lo Penal del tribunal Supremo, Joaquín Jiménez, sobran los maniqueísmos: “hace falta acercar la realidad legal a la social y es necesario regular el consumo tanto para uso recreativo como medicinal”.

Karulo Abellán, conocido activista, socio pionero de la ASERC y cofundador de la revista Cáñamo protesta contra las leyes persecutorias mientras reclama la legalización del consumo de la marihuana “porque no hacemos nada malo y tenemos que aprovechar que el cultivo del cáñamo está en auge”. Abellán reparó en la incongruencia existente “en estos momentos tenemos revistas sobre cannabis, grow shops, clubs sociales, etc pero nos falta lo más importante “la libertad”.

Ana Ramón, fundadora de Cannopia criticó que en España se educa a la juventud en la ignorancia diciendo a los jóvenes que “la marihuana es mala”. Ramón reivindicó el consumo de cannabis como disfrute propio y lo comparó con el hecho de degustar un buen vino.

Beneficios medicinales del cannabis : cáncer, epilepsia, fibromialgia, esclerosis

Los testimonios de enfermos que encuentran en el cannabis una mejor calidad de vida para el tratamiento de su enfermedad cobraron especial fuerza en el auditorio durante las jornadas. Entre ellos destacó el de Mª Dolores Ramírez, auxiliar de enfermería en geriatría y enferma de fibromialgia. Lola recuerda que la medicación convencional la dejó más de un año postrada en la cama. “Siempre he sido antidrogas, pero me recomendaron utilizar el cannabis de manera medicinal”.

Gracias al cannabis Lola ha conseguido disminuir el nivel de inflamación y lo ha convertido en su primera alternativa frente a la medicación convencional. Lola fundó AWTT, asociación de hierba terapéutica de Teruel, por lo que fue condenada por cultivo compartido. “No voy a aceptar que me multen; estoy recurriendo al mercado negro porque la justicia me impide el autocultivo”, relata indignada.  Lola no pudo evitar tomar la palabra en la mesa de políticos para espetarles: “Aquí lo malo sois vosotros por vuestro afán de recaudación. ¿No les da vergüenza que los enfermos acudamos al autocultivo para curarnos?”

La misma indignación e impotencia expresó Blanca Keller, a quien diagnosticaron un tumor cerebral. “Ya está bien de burlarse de nosotros. No se está haciendo nada”, fue el grito que lanzó a los dirigentes de todas las fuerzas políticas (PSOE, Compromís, Podemos, Ciudadanos y PP). Blanca comenzó a consumir cannabis cuando le quitaron la quimio y poder mitigar sus efectos. “Desde que tomo cannabis me encuentro mejor, me ha ayudado a soportar la quimio y tengo mejor calidad de vida. Para mi es una cuestión de derechos humanos y de voluntad política”.

Carl Hart: la legalización de cannabis ha dado más libertad a USA

La ponencia más esperada de las jornadas fue la del doctor Carl Hart, director del Departamento de Psicología de la Universidad de Columbia y toda una eminencia científica en el área de neuropsicofarmacología. Carl sostiene el argumento de que “Las drogas son ilegales y por eso peligrosas”. Para el doctor Hart hablar de legalización de cannabis es hablar de libertad, de derechos humanos. “La legalización no cura el racismo, pero ha conseguido disminuir los arrestos por drogas y discriminación racial, especialmente en la comunidad negra y latina, con mayor probabilidad a ser detenidos.

Así, con la legalización del cannabis en Colorado, los arrestos han disminuido un 50%. Carl no titubeó al afirmar que en algunos casos la policía en USA llega a matar y utiliza el pretexto de los supuestos efectos de psicosis del cannabis como justificante. El neurocientífico señaló que hay estudios en los que se evidencia que el abuso de consumo de cannabis no causa psicosis; es decir no hay relación causa-efecto.

Del mismo modo, según Hart no hay una relación causal entre cannabis y accidentes de tráfico ni que las visitas a urgencias de salud mental sean motivadas por consumo de cannabis. Por el contrario, en cerebros en desarrollo sí existen evidencias de desarrollar psicosis si se consume marihuana.

El doctor Carl Hart durante su intervención en las jornadas de cannabis en Valencia.

Francisco Azorín, del estudio jurídico Brotsanbert aplaudió la lección de derecho fundamental del profesor Hart señaló que con las leyes actuales se está cometiendo una vulneración al derecho de igualdad, salud, información, asociacionismo y libre desarrollo de la personalidad. Del mismo modo apuntó la importancia de establecer un punto de corte en el drogotest.

Evidencia de estudios científicos sobre cannabis

De este modo, Esther Martínez, licenciada en Biotecnología, quien realizó su tesis doctoral en el departamento de Oncología del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, aseguró el potencial de los cannabinoides en el tratamiento contra el cáncer. “Los cannabinoides destruyen las células tumorales”, añadió. Del mismo modo, Ismael Galve, bioquímico y biólogo molecular con más de 20 años de experiencia en la investigación de cannabinoides habló del cannabis en enfermedades neurodegenerativas y como tratamiento en pacientes epilépticos y que se comercializa en farmacias bajo el nombre de Epidiolex. Galve insistió en la necesidad de seguir estudiando los efectos del cannabis.

El Ministro danés que consumía cannabis y lo reconoció públicamente

Manu Sareen, ex ministro de Asuntos Sociales en Dinamarca y ahora director de la Fundación Endoca no se andó con rodeos “los gobiernos no están ayudando a los ciudadanos”. Hay que educar a los políticos; es la única manera en la podemos ayudar”. Y él lo sabe por propia experiencia. En su etapa de Ministro, Sareen acudió al cannabis para superar el estrés. Sareen se negó a aceptar los efectos secundarios que le provocaba la medicación convencional. Convencido de sus beneficios comentó a sus colegas del ministerio la posibilidad de aprobar el cannabis para uso medicinal, pero lo rechazaron por completo. El ex ministro se armó de valor y con ayuda de crowdfunding demandó al Estado. Hoy en Dinamarca se puede comprar cannabis con fines terapéuticos con un mínimo de 2% de THC.

Siguiendo la iniciativa del ex ministro danés, Carlos Leiva, de la Unión de Pacientes por la regulación del cannabis anunció que interpondría demanda colectiva de usuarios médicos al Estado e invitó al resto de pacientes de cannabis medicinal a sumarse a la demanda. Leiva ha dejado atrás las 56 pastillas a la semana que tomaba para combatir dolor crónico de ernia y un tinnitus fuerte (zumbido en los oídos). “Ahora tomo 20 ml de CBD al día y mi dolor crónico ha disminuido”. Pero tras la reciente prohibición del gobierno del consumo de CBD confiesa que ha tenido que recurrir al mercado negro. “Hace falta regular la prohibición de medicamentos, señaló Leiva.

Por su parte, Noemí Sánchez, profesora asociada de la UV en Psicología Básica y presidenta del FCV, también quiso compartir su caso. Sufre esclerosis y en su caso el cannabis le ha ayudado a disminuir el dolor. “El cannabis no es la panacea ni hierba milagrosa”, pero reconoció su potencial curativo.

Más información, menos prohibición y voluntad política

A lo largo de las diferentes ponencias quedó de manifiesto que hay todavía muchos prejuicios que combatir, mayor transparencia y claridad en la información que se difunde evitando la proliferación de encuestas tendenciosas y que los argumentos prohibicionistas no se sostienen desde el punto de vista científico. Los activistas señalaron la falta de poder de convocatoria, mayor presión social y por encima de todo: mayor voluntad política.



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