¿Cuáles son los fallos más frecuentes al cultivar por primera vez?

Carencia o exceso de agua

Sopesa el peso que tiene tu planta dentro de la maceta sin agua, y posteriormente agrega el agua hasta que ésta comience a rebosar  por los orificios de drenaje. Cuando compruebes que la maceta vuelve a pesar lo mismo que antes de drenarla, tienes que volver a regarla.

Un exceso de agua mata a las plantas de cannabis. Se debe aportar solo el agua que la planta necesite sin encharcar las raíces, normalmente se puede regar cada dos días. Existe la posibilidad de utilizar la hidroponía como método de cultivo, pero si se es inexperto, mejor optar por el método tradicional.

Sobrealimentación 

Cuando todo lo demás falla los principiantes siguen las instrucciones de la botella. Es decir que lo hacen al contrario. Cuidar de una planta es como cuidar de un niño, de hecho en el primer estadio del crecimiento se le debe tratar como a un recién nacido, es decir, prestar atención a cada cosa que sucede, a su evolución, y poner una pronta solución si las hojas comienzan a amarillear. Eso sí, es mejor ser conservador en los remedios y cuando algo falla acudir al consejo de tu grow habitual, que probar experimentos que pueden agravar aún más la situación.

Además, no por invertir demasiado dinero se lograrán mejores resultados, es mucho más eficiente primero aprender a cultivar y posteriormente invertir en productos de gama alta que hacerlo a la inversa.

Sobrefertilización 

Puedes comenzar a fertilizar cuando aparezcan las dos primeras hojas.  Recuerda que lo primordial para que una planta crezca bien no es ponerle mucho fertilizante, sino regar.  Si ves que las hojas pierden tensión o amarillean presta atención al riego.

Sigue las instrucciones de las etiquetas del fertilizante y no improvises.  No fertilices tus plantas cada vez que riegues: puedes mezclar el fertilizante con el agua de vez en cuando, pero por lo general riega con agua pura.

Subfertilización 

Aunque es poco común, la falta de fertilización también se puede dar. Si tienes miedo a pasarte, puedes utilizar un fertilizante de liberación lenta con micronutrientes.

Semillas germinadas

Una semilla puede tardar hasta 10 días en germinar y no se debe pretender acelerar el proceso, porque puedes acabar matándola.

Semillas hermafroditas

A menos que estés preparado para posibles decepciones no es aconsejable que uses semillas de origen desconocido, porque podemos cultivar hermafroditas, lo que dará al traste con todo el cultivo. Lo mejor es recurrir a bancos de semillas acreditados.

Clones 

Lo mejor es empezar a cultivar con semillas, porque con clones es muy probable que arrastres plagas o problemas genéticos. Las clonaciones es mejor dejarlas para los expertos.

Ambiente inadecuado 

Es necesaria la circulación continuada de aire fresco, incluso durante el ciclo de la noche. Además, en interior el aire debe renovarse cada 5 o 10 minutos.  Lo ideal es que la temperatura de la habitación esté entre los 25 y 30 grados centígrados  y a una humedad del 50%. En algunas ocasiones se deberá recurrir al uso de ventiladores o aire acondicionado para conseguir el ambiente ideal.

Impaciencia en la cosecha 

No se debe cosechar demasiado temprano: el 25% del peso de la planta se formará durante las dos últimas semanas. Debes cosechar cuando las plantas han dejado de crecer totalmente y los pistilos blancos tienen por lo menos 50-75% de estomas marrones.

Indiscreción

Ser demasiado hablador también es un error frecuente. Cuando se cultiva marihuana se debe ser cuidadoso,  porque en ocasiones se despiertan los celos ajenos, incluso en amigos y  a causa de este hecho, podrías ser objeto de robos. A mucha gente le encanta sentirse importante y pregonar que tiene una plantación, y esto no siempre es bueno.

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